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Carnaval de Nunkiní

por Jaime Chim

Uno de los pueblos que más ha llamado la atención, por la originalidad de su carnaval, es Nunkiní, del municipio de Calkiní. Ahí prevalecen los disfrazados de “osos”, que pueden contarse por centenas; y precisamente el arraigo de este disfraz, hecho con costales, sabucán, piel de venado, reata y cencerros, ha convertido el carnaval en uno de los más famosos de la región llamada “Camino Real”, al norte del estado de Campeche.

Mucha gente se pregunta: ¿de dónde vino la costumbre de los nunkinienses de disfrazarse de osos; inclusive, la mayoría de los habitantes de este pueblo también desconocen la procedencia de la tradición.

El siguiente relato sobre la identidad de este disfraz es fruto de la minuciosa investigación, que me llevó algunos años y que ahora doy a conocer.

Los orígenes de esta alegórica costumbre nos llevan a la década de los años veinte del siglo pasado, cuando el circo de los hermanos Acereto, oriundos del vecino estado de Yucatán, tomaron por costumbre llegar a este pueblo cada año, para capear las temporadas de lluvia, por la razón de que en este pueblo los comestibles y otros víveres para la sobrevivencia eran baratos, como hasta la fecha.

En una de sus funciones, el circo presentó en sus pantomimas nada más ni nada menos que a un oso (utilizando el disfraz, de terciopelo negro) que ejecutaba maromas y gruñidos.

Fue tanto el impacto que causó el disfraz de oso a los nunkinienses de aquella época que, al celebrarse el carnaval de aquel tiempo, las dos comparsas participantes -la del norte y la del sur- decidieron sacar, por banda, a un oso con su domador.

A falta de terciopelo para el disfraz, utilizaron costales o pitas para confeccionarlo. En la espalda se amarraron una piel seca de venado para recibir los golpes del domador, para taparse la cara usaron un sabucán y en el cinto se amarraron la reata; y el domador se ponía un cencerro.

Desde esas fechas hasta 1942, las comparsas tradicionales utilizaron un oso con un domador. A partir de ese año, a don Tránsito Uc Naal (ya fallecido) se le ocurrió sacar una osa, diciendo que era la esposa del oso.

Este señor, en aquella ocasión, fue el jefe de la comparsa del sur; y la comparsa del norte, que era comandada por don Ermilo Pat, al día siguiente, también sacó la esposa del oso.

En el carnaval siguiente del pueblo, la comparsa del norte sacó dos niños osos pregonando que los ositos nacieron gemelos; entretanto, la comparsa del sur sacó un solo osito.

Desde entonces, los osos empezaron a tener hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, así como primos y parientes; y de este modo se fue incrementando la población de osos en el carnaval de Nunkiní.

En conclusión, el carnaval se hizo para divertirse. Y todas las personas que quieran participar sólo tienen que vivir al máximo el mes de febrero, que es cuando en el poblado de Nunkiní empiezan a aparecer los osos. Sé que es un poblado alejado de la capital campechana, pero posee una gran variedad de cultura que se ha respetado generación tras generación, y por ello es digno de visitarlo.