por Fausta Gantús
I
Asomada a un espejo
una mujer enmudece
con la palma de la mano
los dedos entreabiertos
cubre el rostro
enmudece
descubre precipicios
marasmos
sueña
enmudece
teme pero no puede
dejar de recobrarse
enmudece
renuncia a la voz
la voz permanece
la mujer
enmudece
II
Asomada a un precipicio
una mujer sonríe
extiende los brazos
con las palmas abiertas
sonríe
mira la hondura
los riscos
imagina
sonríe
desnuda enfrenta la brisa
se entrega
sonríe
en el mar de otros atardeceres
se descubre
sonríe
renuncia a los sueños
la alegría lejana
la mujer
sonríe