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Las madres del teatro

por Lourdes Ocampo

No me refiero a Talía, musa de la comedia, o Melpómene, musa de la tragedia, sino a esas mujeres que alternando la responsabilidad del hogar y los hijos están involucradas con gran compromiso al quehacer teatral.

Estas mujeres que invierten largas horas con gran pasión y entrega, ya sea a actuar o dirigir teatro y que muchas veces no se conoce la dualidad de su vida.

“El teatro es un amante muy celoso”,
dicen algunos; y, en efecto, el trabajo
teatral requiere de arduas horas de ensayo, desvelos, sacrificios, que al final
tienen como recompensa
el aplauso.
Pero al bajar del escenario, se enfrentan a las labores domésticas, trabajo en la oficina, el guiso, el cesto de ropa, en fin, todo eso que muchas ya conocemos.

La diferencia radica en esa pequeña y casi imperceptible dualidad; ya que ellas, las madres del teatro, nunca dejan de pensar, de crear, de imaginar. Pareciera que a veces están ausentes o distraídas mientras realizan una labor común, pero ellas se transportan a otro espacio, otra dimensión donde crean historias y dan vida a algún personaje. Ellas llevan a flor de piel una sensibilidad de la cual no se pueden desprender en ningún momento, ya que es como una tarea encomendada por las musas.

Los hijos cuando son pequeños sólo saben de la ausencia de mamá por las noches, aún no entienden que ella está entregándose a un público en cada función y desempeñando esa misión que las apasiona. Para ella es muy duro dejar a sus niños pequeños sin el cuento antes de dormir, sin custodiar el armario de donde saldrán monstros en la noche, esas cosas hermosas de las que se pierden al estar en un escenario. “Mamá tiene un trabajo divertido”, suelen decir, “se disfraza y juega en un teatro”.

Cuando sean mayores comprenderán que no es un juego, sino un gran compromiso; ya que sus madres tienen la responsabilidad de hablar ante mucha gente a través de su trabajo.

Si concuerdan con sus ideas entenderán y posiblemente las seguirán en su labor teatral o simplemente dirán: “tengo una mamá teatrera”.

En honor a todas
mis compañeras “madres teatreras”.