por Ana Fierros
Si fuera un bolígrafo sería poderoso
Sin mí no escribirían los ufanosos hombres de letras
sus tristes elegías o alegres poemas
Sin mí no se escribirían documentos de gran relevancia
leyes, crónicas, registros, acuerdos, actas…
Si fuera bolígrafo sería importante
tanto o más que un gobernante
me requerirían en cualquier acontecimiento
sencillo o supremo
Sí, como bolígrafo sería trascendental
-plasmando emociones y sentimientos
versos, canciones, reflexiones o cuentos-
y baladí al mismo tiempo
pues sólo reproduciría pensamientos ajenos
¡Ah!, el ser bolígrafo sobrelleva condena
no sólo mordisquearían mi tapa
también me retorcerían, golpearían, …
y, peor aún, algunos malgastarían mi tinta
con tachones, idioteces e incoherencias
¡Aprendan a redactar! mi alma exhalaría
y para siempre entre tus dedos me secaría