Cada vez que imagino,
pinto las paredes de mi pensamiento
de color blanco.
Dejo la decoración
a nuevas combinaciones de colores,
sonidos nunca resonados
y sustantivos improbables
que no alcanzan adjetivación.
Adriana Marchán
Cada vez que imagino,
pinto las paredes de mi pensamiento
de color blanco.
Dejo la decoración
a nuevas combinaciones de colores,
sonidos nunca resonados
y sustantivos improbables
que no alcanzan adjetivación.
Adriana Marchán