Honro con el deleite de su lírica
a una revolución que no es la mía.
¿Es acaso la de alguien, o lo ha sido?
Si mi voz es el eco de la suya,
¡sería justo que entendiera!
Habitante de una realidad con límites.
Mundo amenazado que susurra,
en mi conciencia, palabras falsas.
Arrullo de madre moribunda
a un hijo que no llora,
pues no entiende la orfandad.
Debo callar los gritos
que me infectan el pensamiento
de prejuicios y verdades dictadas.
Asfixiar al yo que no soy, y ser.
He de aprenderme el lenguaje de ayer
para hablar con mi presente.
¿Dónde procurarme tal conocimiento?
Estoy dispuesto a dar la vida,
que no será, si me resigno.