Elizabeth Martínez
Cansada de amarme
haz quimeras de mí.
Destila mi sangre gota a gota,
vaporiza todo mi ser.
Haz, sí, ¡hazme volátil
y a mi corazón fugaz…!
Luego, cuando solo queden de mí cenizas,
¡tíralas al cosmos!
Y entonces…, solo entonces,
por humanidad
dame un cuerpo otra vez.
Dame dos gotas de tu sangre,
un trozo de tu alma
y sopla en mi nariz.
Y yo, en consonancia,
resurgiré a la vida
de tu vida misma.