por Fernando Arjona
Permíteme ser hijo tuyo,
A ti te entrego mis manos y mis alas,
De revelarme tus secretos no dejes
lo aprecio y guíame, que con cualquier gesto tuyo
Las garras de mi alma pueden atrapar
el canto de una mariposa.
Regálame tu sombra
Tus pezones marinos
Tus travesuras
y un cayuco de esperanza
No me abandones que por ti vivo
Lléname de raíces
Asfíxiame y deposita el fruto cuando yo muera
Pero dame antes un mar que sea sólo mío y tuyo
O sólo tuyo y hazme isla
Para que mi desnudez hambrienta
sacie las olas de tus manos
No hace falta verso
Sólo tú
Tronco y palma
Dulce de coco
Le robo al sol audacia
y al viento sus caricias
Sólo un manantial de estupidez soy
si de ti me alejo
Y dale a mi vida un paisaje lívido
y lóbrego si te olvido